lunes, 12 de marzo de 2012

De poco un todo


EL VENTILADOR DE TECHO

 Pise una cucaracha que pasaba justo por debajo de mi silla sin necesidad de levantarme de ella e interrumpir mi almuerzo, que ya se estaba enfriando .Luego vi otro de esos sucios insectos caminando por los azulejos de la pared, y de no ser por que se metió rápidamente por detrás de la heladera, estirando un poco la pierna; lo hubiera pisado también.
     No podía pensar en otra cosa que en lo solo que estaba en la vida, y hoy este se engrandecía ya que era el aniversario de la muerte de mi madre; que por cierto había muerto de depresión el día aniversario de la muerte de mi padre .Era el aniversario de ambos. Solo miraba el plato de sopa ya helado que tenía frente a mí, y pensaba en ellos.
También me deprimía sacando la cuenta de los días que habían pasado desde la última vez que había visto a mi hermano. El pobre tuvo que irse a Francia por cuestiones laborales, y nunca más lo vi. Quizás meses, quizás años. La verdad es que parece un siglo y tres días.
 ¿Y mis pares?.............. ¿Donde están hoy? Aquellos años jóvenes se habían ido y con ellos su gente, ambos para no volver.
No tenía fuerzas para ir a trabajar y además solo tenía una hora para llegar a tiempo, todo era un completo desastre. Encima tenía que limpiarme las uñas y las orejas, que ya habían juntado demasiado polvo. Ya no siento que valga la pena esforzarme tanto tan solo para ganar unos pocos pesos, que tarde o temprano empañan los vidrios. La cucaracha se atrevió a asomarse una vez más, para ver lo que hacía.
De repente sentí un fuerte ruido del otro lado de la puerta que daba a la habitación contigua, pero no podía ver porque estaba serrada. Parecía como si algo hubiera golpeado con algo y caído sobre otro algo. No sabía qué, pero algo había pasado del otro lado de la puerta.
Me levante y fui a ver que era; abrí lentamente la puerta, y me encontré con que el ventilador de techo había caído al piso nada más y nada menos que arriba de mi hijo que ahora estaba muerto. En el piso quedo su dibujo recién hecho junto con sus crayones de colores, esta vez no llegó a mostrármelo como solía hacerlo. Al darme vuelta, vi que la cucaracha nuevamente se asomaba y me miraba como la primera vez.
De tanta bronca que tenía volví a donde estaba antes sin ni siquiera abrir la puerta; ya ni me acordaba que podía hacer eso. Luego escuche a mi esposa María que me decía que aun estaba a tiempo de llegar al trabajo si me tele transportaba; no se como no se me había ocurrido antes. Además quedaba solo a media cuadra de casa.
Igual en ese momento me di cuenta de que ese día no tenía que ir a trabajar y tenía todo el tiempo del mundo para hacer lo que se me plazca.
Miré hacia la heladera, y el insecto que no paraba de mirarme era una mancha, tan solo una mancha en la pared. Levante el pie, el cual no había levantado después de matar al insecto, y note lo mismo; tan solo una mancha negra e inmóvil.
Que mas puedo pedir, las cucarachas están solo en mi cabeza. En cambio el ventilador de techo solo esta ahí, existe porque una vez existió, como una especie de inercia. Ventilador de techo te perdono, después de todo nadie quiere estar allí.

 Pise una cucaracha que pasaba justo por debajo de mi silla sin necesidad de levantarme de ella e interrumpir mi almuerzo, que ya se estaba enfriando .Luego vi otro de esos sucios insectos caminando por los azulejos de la pared, y de no ser por que se metió rápidamente por detrás de la heladera, estirando un poco la pierna; lo hubiera pisado también.
     No podía pensar en otra cosa que en lo solo que estaba en la vida, y hoy este se engrandecía ya que era el aniversario de la muerte de mi madre; que por cierto había muerto de depresión el día aniversario de la muerte de mi padre .Era el aniversario de ambos. Solo miraba el plato de sopa ya helado que tenía frente a mí, y pensaba en ellos.
También me deprimía sacando la cuenta de los días que habían pasado desde la última vez que había visto a mi hermano. El pobre tuvo que irse a Francia por cuestiones laborales, y nunca más lo vi. Quizás meses, quizás años. La verdad es que parece un siglo y tres días.
 ¿Y mis pares?.............. ¿Donde están hoy? Aquellos años jóvenes se habían ido y con ellos su gente, ambos para no volver.
No tenía fuerzas para ir a trabajar y además solo tenía una hora para llegar a tiempo, todo era un completo desastre. Encima tenía que limpiarme las uñas y las orejas, que ya habían juntado demasiado polvo. Ya no siento que valga la pena esforzarme tanto tan solo para ganar unos pocos pesos, que tarde o temprano empañan los vidrios. La cucaracha se atrevió a asomarse una vez más, para ver lo que hacía.
De repente sentí un fuerte ruido del otro lado de la puerta que daba a la habitación contigua, pero no podía ver porque estaba serrada. Parecía como si algo hubiera golpeado con algo y caído sobre otro algo. No sabía qué, pero algo había pasado del otro lado de la puerta.
Me levante y fui a ver que era; abrí lentamente la puerta, y me encontré con que el ventilador de techo había caído al piso nada más y nada menos que arriba de mi hijo que ahora estaba muerto. En el piso quedo su dibujo recién hecho junto con sus crayones de colores, esta vez no llegó a mostrármelo como solía hacerlo. Al darme vuelta, vi que la cucaracha nuevamente se asomaba y me miraba como la primera vez.
De tanta bronca que tenía volví a donde estaba antes sin ni siquiera abrir la puerta; ya ni me acordaba que podía hacer eso. Luego escuche a mi esposa María que me decía que aun estaba a tiempo de llegar al trabajo si me tele transportaba; no se como no se me había ocurrido antes. Además quedaba solo a media cuadra de casa.
Igual en ese momento me di cuenta de que ese día no tenía que ir a trabajar y tenía todo el tiempo del mundo para hacer lo que se me plazca.
Miré hacia la heladera, y el insecto que no paraba de mirarme era una mancha, tan solo una mancha en la pared. Levante el pie, el cual no había levantado después de matar al insecto, y note lo mismo; tan solo una mancha negra e inmóvil.
Que mas puedo pedir, las cucarachas están solo en mi cabeza. En cambio el ventilador de techo solo esta ahí, existe porque una vez existió, como una especie de inercia. Ventilador de techo te perdono, después de todo nadie quiere estar allí.

AQUELLOS OJOS

Era un anochecer lluvioso y el cielo estaba totalmente cubierto por una gran nube gris que me relajaba los ojos al mirarla. En las mojadas calles de buenos aires  por la lluvia de hace un instante , todo se encontraba en calma  ; paresia ser el único que había decidido  salir a terminar el día . Todo indicaba que iba a ser un día normal, un día más de los tantos que hay en el año , pero  inesperadamente algo sucedió , la mujer mas hermosa que aya visto paso frente a mis ojos.
Su pelo era tan negro como el infinito del cielo solo que caía delicadamente sobre su hombro , tenia un tono tostado en su piel  tan suave como su caminar. Pero lo más impactante eran sus ojos. Llamaban la atención por ser tan hermosos, llenos de misterio e ilusión. Podía uno verse claramente reflejado en ellos como en el más fino cristal mientras escuchaba lo que ella decía; y de ellos salía la mirada mas pura y atrapante que pueda existir en el mundo.
Decidí seguirla y ver hacia donde iba; y al cabo de unos minutos la vi entrar a un café. Se sentó en una de las mesas pidió un café y medialunas, se saco su abrigo, y luego saco un libro de su bolso y comenzó a leer. Yo que aun me encontraba en la puerta del lugar, finalmente decidí entrar y sentarme en una mesa desde la cual pudiera verla. Había crecido dentro de mi una extraña obsesión por aquellos ojos, no podía despegar los míos de aquellos. Me encontraba totalmente hipnotizado.
Finalmente no pude aguantar más mis ansias, y me acerqué a su mesa tímido pero decidido:
-soy coleccionista- le dije para romper el hielo.
Ella me miró un instante y siguió leyendo.
-desde muy chiquito, me ayuda a descargar tensión-.
-yo también- me contesto al fin- colecciono relojes. De mano de bolsillo, de pared...-
-¿ puedo sentarme? – le pregunte mientras lo hacía- lo mío es u poco más costoso, pero lo vale; es increíble como un objeto determinado puede contener extrema belleza para alguien y para cualquier otro no.
-entiendo perfectamente lo que decís- me contestó nuevamente- aunque no se si belleza. Yo encuentro en los relojes algo especial, atrayente. Además me mantiene ocupada cuando tengo algún tiempo libre.
Mientras me hablaba aquellos diamantes en bruto seguían brillando como siempre, pero esta vez me miraban. Me enamoraban.
Seguimos hablando en el café acerca de nuestras colecciones, y luego la invité a dar una vuelta para disfrutar del relajante momento después de la lluvia.
Así fue como nos alcanzó la noche caminando por las calles de Buenos Aires. Parecía entretenerse mientras le comentaba de mi obsesiva y preciada colección y mis relatos sobre ella. Luego de un buen rato terminamos sentados en el banco de un parque a la luz de los pintorescos faroles. Nos besamos y no sentimos cuando las gotas comenzaron nuevamente a caer. En ese instante entré en sus ojos y los tomé para mi.
Llegue a casa cansado por la larga noche de emociones que había pasado, la espalda me estaba matando. Deje el paraguas y el saco colgados junto a la puerta, me saqué los zapatos y me fui a la cocina. Cuidadosamente para no mancharme de aquel escarlata, dejé el ensangrentado cuchillo en la pileta para lavarlo al día siguiente con mas cuidado.
Entré a mi cuarto, abrí el placard y deje mi nueva y talvez mi mejor pieza hasta el momento junto al resto de la colección. No podía creer lo que tenía obre la repisa, nada más hermoso hay en este mundo que aquellos ojos.




ENCIERRO


Ya hace tres días que me encuentro encerrado en ese pequeño cuarto sin ver la luz del sol. Anhelo el momento en que vuelva a ver, oír o sentir algo, más allá de esos cuatro muros impenetrables que se aplastan entre el techo y el suelo. El aire parece no correr aquí adentro, pero más asfixiante aun es el encuentro con mis conflictivos pensamientos; aquí lo más que puedo hacer es explorar los rincones más inhóspitos de mi  cansada mente. Y por más que trae de evitarlo, no logro escapar de esto.
Cansado, aburrido y aterrado, los minutos parecen horas y las horas para mí ya son días. El único descanso que tengo de este pequeño infiero es el de cuando caigo en las profundidades de un largo sueño, si embargo incluso en ellos casi siempre termino explorando el inmenso universo que es mi inconsciente.
Finalmente y después de tanto tiempo; camine hacia la puerta y salí.

REBELDIA

A veces pienso que las cosas que el hacia, no estaba regidas bajo ningún criterio moral o ético, sino que las hacia por pura rebeldía. Siempre tenía una postura contraria a la de la mayoría o por lo menos a la mayoría de los que lo rodeaban; seguramente se resistía a pensar que en alguna circunstancia llegase a o tener la razón, así como al ser limitado por otro.
Más que nada yo pienso que era un capricho, si quería algo simplemente lo conseguía. Recuerdo una vez en que hablábamos de que había leyes que aunque no quisiera no las podría violar, como las que estaba implícitas e la naturaleza. Enojado y ofendido por mi cometario, agarró vuelo y se alejó en el firmamento.

CUANDO DIOS MUERA, MORIRA EL HOMBRE


Ni el más mínimo ruido se escuchaba en el laboratorio del científico. Compenetrado en su trabajo, no pensaba en otra cosa que lograr su propósito. Para él el tiempo se había parado en seco, estaba completamente solo en el lugar y sin embargo sin darse cuenta se sentía acompañado. La verificación de su hipótesis podría modificar todo el pasado, el presente y en especial el futuro.
 Finalmente con una repentina iluminación de su mente, encontró la solución, tan simple que era imposible descubrir a simple vista. Era solo una cuestión de combinación de partículas y ¡bang! Surge la vida. Por fin la verdad: Dios no existe.
En ese mismo instante de inmensa soledad en un universo tan inmenso, el científico dejó de respirar, producto de la más grande desolación.


DE CAMINO A CASA.

Mataron a mi hermano, se que fueron ellos porque los escuche mientras hablaban. Lo tenían todo perfectamente pensado, solo se olvidaron de fijarse de que no hubiera nadie del otro lado de la puerta escuchándolos. Desde que se enteraron que vendría con nosotros pensaron evitarlo; y así lo hicieron, cobardemente lo mataron en el camino a casa, los muy miserables lo agarraron vulnerable, encerrado, sin la mínima posibilidad de defenderse.
Lo que no logro entender es por que lo hicieron, tal parece que fue por asuntos de plata , los iba terminar de llevar a la bancarrota. Yo pienso que fue por odio.
Ni siquiera llegamos a hablarnos ni a vernos. Quiero ver sus caras cuando les diga que ya se todo, mañana cuando vuelva del colegio les voy a decir que escuche sobre su idea de abortar.

PLAZA DE MAYO

Me encanta quedarme en la plaza largas horas en algún lugar desde donde pueda ver la gente pasar; especialmente en esta, con el cabildo de un lado y la casa de gobierno del otro. Me hacen sentir más patriota aun de lo que soy.
Siempre cuando veo a la gente, me pregunto a donde va o de donde viene. Algunas caras ya me son conocidas y se su recorrido, pero siempre hay nuevas para imaginar historias. Lo bueno es que aquí siempre hay gente, nunca está vacía; y nunca falta quien tire granos al piso para que yo vuele y me acerque a comerlos.

Si alguien te dice que...

El hombre camino por el puente a paso firme, dispuesto a no retroceder. Al llegar donde el agua que corría por debajo era más fuerte, se frenó, trepó la baranda y quedo del otro lado de ella agarrado solo con una mano. Solo tenía medio pie apoyado en el puente el resto de su cuerpo flotaba en el aire. Y justo cuando iba a soltarse:
- ¡para! ¡para!. Ni loco me tiro. Por más lindo que sea tu cuento y por más autor que seas, no pienso hacerlo. Ya estoy cansado de que me digas lo que tengo que hacer, ¿quién te creés que sos?.

EXTRATERRESTRE

Tirados en el campo, dos amigos hablaban mirando el cielo.
-          ¿ vos creés que hay vida en otros planetas?.
-          Si, ¿ por qué no? Yo me los imagino verdes con tres ojos y con muchos brazos. Un poco más chicos que nosotros pero con cabezas enormes.
-          No, para mi son como nosotros pero en otro planeta. Solo que en vez de tener la piel azul la tienen medio marrón clarita; en vez de tres dedos , cinco; y también con pelo arriba de la cabeza.
-          ¡¡ que asco!!
-          Si, tenés razón. 

AGUA DULCE

El otro día cuando fui al lago me ocurrió algo muy extraño. Estaba sentado sobre una piedra junto al agua y se me ocurrió mirar mi reflejo en ella, cuando me llevé una gran sorpresa. No parecía mi cara la que estaba allí, era diferente; incluso los gestos que yo hacía no eran los mismos que se reflejaban. Yo sonreía y en el agua hundía las cejas, yo abría la boca y el reflejo sacaba la lengua.
Por fin el rostro sonrió y se fue nadando, y en ese instante comprendí que era lo que pasaba; el problema había sido que nunca antes había visto una sirena de agua dulce.





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