EL VENTILADOR DE TECHO
Pise una cucaracha que pasaba justo por debajo
de mi silla sin necesidad de levantarme de ella e interrumpir mi almuerzo, que
ya se estaba enfriando .Luego vi otro de esos sucios insectos caminando por los
azulejos de la pared, y de no ser por que se metió rápidamente por detrás de la
heladera, estirando un poco la pierna; lo hubiera pisado también.
No podía pensar en otra cosa que en lo solo que estaba en la vida, y hoy
este se engrandecía ya que era el aniversario de la muerte de mi madre; que por
cierto había muerto de depresión el día aniversario de la muerte de mi padre
.Era el aniversario de ambos. Solo miraba el plato de sopa ya helado que tenía
frente a mí, y pensaba en ellos.
También me deprimía sacando la
cuenta de los días que habían pasado desde la última vez que había visto a mi
hermano. El pobre tuvo que irse a Francia por cuestiones laborales, y nunca más
lo vi. Quizás meses, quizás años. La verdad es que parece un siglo y tres días.
¿Y mis pares?.............. ¿Donde están hoy?
Aquellos años jóvenes se habían ido y con ellos su gente, ambos para no volver.
No tenía fuerzas para ir a trabajar
y además solo tenía una hora para llegar a tiempo, todo era un completo
desastre. Encima tenía que limpiarme las uñas y las orejas, que ya habían
juntado demasiado polvo. Ya no siento que valga la pena esforzarme tanto tan
solo para ganar unos pocos pesos, que tarde o temprano empañan los vidrios. La
cucaracha se atrevió a asomarse una vez más, para ver lo que hacía.
De repente sentí un fuerte ruido
del otro lado de la puerta que daba a la habitación contigua, pero no podía ver
porque estaba serrada. Parecía como si algo hubiera golpeado con algo y caído
sobre otro algo. No sabía qué, pero algo había pasado del otro lado de la puerta.
Me levante y fui a ver que era;
abrí lentamente la puerta, y me encontré con que el ventilador de techo había
caído al piso nada más y nada menos que arriba de mi hijo que ahora estaba
muerto. En el piso quedo su dibujo recién hecho junto con sus crayones de
colores, esta vez no llegó a mostrármelo como solía hacerlo. Al darme vuelta,
vi que la cucaracha nuevamente se asomaba y me miraba como la primera vez.
De tanta bronca que tenía volví a
donde estaba antes sin ni siquiera abrir la puerta; ya ni me acordaba que podía
hacer eso. Luego escuche a mi esposa María que me decía que aun estaba a tiempo
de llegar al trabajo si me tele transportaba; no se como no se me había
ocurrido antes. Además quedaba solo a media cuadra de casa.
Igual en ese momento me di cuenta
de que ese día no tenía que ir a trabajar y tenía todo el tiempo del mundo para
hacer lo que se me plazca.
Miré hacia la heladera, y el
insecto que no paraba de mirarme era una mancha, tan solo una mancha en la
pared. Levante el pie, el cual no había levantado después de matar al insecto,
y note lo mismo; tan solo una mancha negra e inmóvil.
Que mas puedo pedir, las cucarachas
están solo en mi cabeza. En cambio el ventilador de techo solo esta ahí, existe
porque una vez existió, como una especie de inercia. Ventilador de techo te
perdono, después de todo nadie quiere estar allí.
Pise una cucaracha que pasaba justo por debajo
de mi silla sin necesidad de levantarme de ella e interrumpir mi almuerzo, que
ya se estaba enfriando .Luego vi otro de esos sucios insectos caminando por los
azulejos de la pared, y de no ser por que se metió rápidamente por detrás de la
heladera, estirando un poco la pierna; lo hubiera pisado también.
No podía pensar en otra cosa que en lo solo que estaba en la vida, y hoy
este se engrandecía ya que era el aniversario de la muerte de mi madre; que por
cierto había muerto de depresión el día aniversario de la muerte de mi padre
.Era el aniversario de ambos. Solo miraba el plato de sopa ya helado que tenía
frente a mí, y pensaba en ellos.
También me deprimía sacando la
cuenta de los días que habían pasado desde la última vez que había visto a mi
hermano. El pobre tuvo que irse a Francia por cuestiones laborales, y nunca más
lo vi. Quizás meses, quizás años. La verdad es que parece un siglo y tres días.
¿Y mis pares?.............. ¿Donde están hoy?
Aquellos años jóvenes se habían ido y con ellos su gente, ambos para no volver.
No tenía fuerzas para ir a trabajar
y además solo tenía una hora para llegar a tiempo, todo era un completo
desastre. Encima tenía que limpiarme las uñas y las orejas, que ya habían
juntado demasiado polvo. Ya no siento que valga la pena esforzarme tanto tan
solo para ganar unos pocos pesos, que tarde o temprano empañan los vidrios. La
cucaracha se atrevió a asomarse una vez más, para ver lo que hacía.
De repente sentí un fuerte ruido
del otro lado de la puerta que daba a la habitación contigua, pero no podía ver
porque estaba serrada. Parecía como si algo hubiera golpeado con algo y caído
sobre otro algo. No sabía qué, pero algo había pasado del otro lado de la puerta.
Me levante y fui a ver que era;
abrí lentamente la puerta, y me encontré con que el ventilador de techo había
caído al piso nada más y nada menos que arriba de mi hijo que ahora estaba
muerto. En el piso quedo su dibujo recién hecho junto con sus crayones de
colores, esta vez no llegó a mostrármelo como solía hacerlo. Al darme vuelta,
vi que la cucaracha nuevamente se asomaba y me miraba como la primera vez.
De tanta bronca que tenía volví a
donde estaba antes sin ni siquiera abrir la puerta; ya ni me acordaba que podía
hacer eso. Luego escuche a mi esposa María que me decía que aun estaba a tiempo
de llegar al trabajo si me tele transportaba; no se como no se me había
ocurrido antes. Además quedaba solo a media cuadra de casa.
Igual en ese momento me di cuenta
de que ese día no tenía que ir a trabajar y tenía todo el tiempo del mundo para
hacer lo que se me plazca.
Miré hacia la heladera, y el
insecto que no paraba de mirarme era una mancha, tan solo una mancha en la
pared. Levante el pie, el cual no había levantado después de matar al insecto,
y note lo mismo; tan solo una mancha negra e inmóvil.
Que mas puedo pedir, las cucarachas
están solo en mi cabeza. En cambio el ventilador de techo solo esta ahí, existe
porque una vez existió, como una especie de inercia. Ventilador de techo te
perdono, después de todo nadie quiere estar allí.
AQUELLOS OJOS
Era un
anochecer lluvioso y el cielo estaba totalmente cubierto por una gran nube gris
que me relajaba los ojos al mirarla. En las mojadas calles de buenos aires por la lluvia de hace un instante , todo se
encontraba en calma ; paresia ser el
único que había decidido salir a
terminar el día . Todo indicaba que iba a ser un día normal, un día más de los
tantos que hay en el año , pero
inesperadamente algo sucedió , la mujer mas hermosa que aya visto paso
frente a mis ojos.
Su pelo era tan negro
como el infinito del cielo solo que caía delicadamente sobre su hombro , tenia
un tono tostado en su piel tan suave
como su caminar. Pero lo más impactante eran sus ojos. Llamaban la atención por
ser tan hermosos, llenos de misterio e ilusión. Podía uno verse claramente
reflejado en ellos como en el más fino cristal mientras escuchaba lo que ella
decía; y de ellos salía la mirada mas pura y atrapante que pueda existir en el
mundo.
Decidí
seguirla y ver hacia donde iba; y al cabo de unos minutos la vi entrar a un
café. Se sentó en una de las mesas pidió un café y medialunas, se saco su
abrigo, y luego saco un libro de su bolso y comenzó a leer. Yo que aun me
encontraba en la puerta del lugar, finalmente decidí entrar y sentarme en una
mesa desde la cual pudiera verla. Había crecido dentro de mi una extraña
obsesión por aquellos ojos, no podía despegar los míos de aquellos. Me
encontraba totalmente hipnotizado.
Finalmente
no pude aguantar más mis ansias, y me acerqué a su mesa tímido pero decidido:
-soy
coleccionista- le dije para romper el hielo.
Ella
me miró un instante y siguió leyendo.
-desde
muy chiquito, me ayuda a descargar tensión-.
-yo
también- me contesto al fin- colecciono relojes. De mano de bolsillo, de
pared...-
-¿
puedo sentarme? – le pregunte mientras lo hacía- lo mío es u poco más costoso,
pero lo vale; es increíble como un objeto determinado puede contener extrema
belleza para alguien y para cualquier otro no.
-entiendo
perfectamente lo que decís- me contestó nuevamente- aunque no se si belleza. Yo
encuentro en los relojes algo especial, atrayente. Además me mantiene ocupada
cuando tengo algún tiempo libre.
Mientras me hablaba aquellos
diamantes en bruto seguían brillando como siempre, pero esta vez me miraban. Me
enamoraban.
Seguimos
hablando en el café acerca de nuestras colecciones, y luego la invité a dar una
vuelta para disfrutar del relajante momento después de la lluvia.
Así fue como nos alcanzó la noche caminando por las calles de Buenos
Aires. Parecía entretenerse mientras le comentaba de mi obsesiva y preciada
colección y mis relatos sobre ella. Luego de un buen rato terminamos sentados
en el banco de un parque a la luz de los pintorescos faroles. Nos besamos y no
sentimos cuando las gotas comenzaron nuevamente a caer. En ese instante entré
en sus ojos y los tomé para mi.
Llegue a casa cansado por la larga noche de emociones que había pasado,
la espalda me estaba matando. Deje el paraguas y el saco colgados junto a la
puerta, me saqué los zapatos y me fui a la cocina. Cuidadosamente para no
mancharme de aquel escarlata, dejé el ensangrentado cuchillo en la pileta para
lavarlo al día siguiente con mas cuidado.
Entré a mi cuarto, abrí el placard y deje mi nueva y talvez mi mejor
pieza hasta el momento junto al resto de la colección. No podía creer lo que
tenía obre la repisa, nada más hermoso hay en este mundo que aquellos ojos.
ENCIERRO
Ya hace tres días que me encuentro encerrado en ese
pequeño cuarto sin ver la luz del sol. Anhelo el momento en que vuelva a ver,
oír o sentir algo, más allá de esos cuatro muros impenetrables que se aplastan
entre el techo y el suelo. El aire parece no correr aquí adentro, pero más
asfixiante aun es el encuentro con mis conflictivos pensamientos; aquí lo más
que puedo hacer es explorar los rincones más inhóspitos de mi cansada mente. Y por más que trae de
evitarlo, no logro escapar de esto.
Cansado, aburrido y aterrado, los minutos parecen
horas y las horas para mí ya son días. El único descanso que tengo de este
pequeño infiero es el de cuando caigo en las profundidades de un largo sueño,
si embargo incluso en ellos casi siempre termino explorando el inmenso universo
que es mi inconsciente.
Finalmente y después de tanto tiempo; camine hacia la
puerta y salí.
REBELDIA
A veces pienso que las cosas que el hacia, no estaba
regidas bajo ningún criterio moral o ético, sino que las hacia por pura
rebeldía. Siempre tenía una postura contraria a la de la mayoría o por lo menos
a la mayoría de los que lo rodeaban; seguramente se resistía a pensar que en
alguna circunstancia llegase a o tener la razón, así como al ser limitado por
otro.
Más que nada yo pienso que era un capricho, si quería
algo simplemente lo conseguía. Recuerdo una vez en que hablábamos de que había
leyes que aunque no quisiera no las podría violar, como las que estaba
implícitas e la naturaleza. Enojado y ofendido por mi cometario, agarró vuelo y
se alejó en el firmamento.
CUANDO DIOS MUERA, MORIRA EL HOMBRE
Ni el más mínimo
ruido se escuchaba en el laboratorio del científico. Compenetrado en su
trabajo, no pensaba en otra cosa que lograr su propósito. Para él el tiempo se
había parado en seco, estaba completamente solo en el lugar y sin embargo sin
darse cuenta se sentía acompañado. La verificación de su hipótesis podría
modificar todo el pasado, el presente y en especial el futuro.
Finalmente con una repentina iluminación de su
mente, encontró la solución, tan simple que era imposible descubrir a simple
vista. Era solo una cuestión de combinación de partículas y ¡bang! Surge la
vida. Por fin la verdad: Dios no existe.
En ese mismo instante
de inmensa soledad en un universo tan inmenso, el científico dejó de respirar,
producto de la más grande desolación.
DE CAMINO A CASA.
Mataron a mi hermano,
se que fueron ellos porque los escuche mientras hablaban. Lo tenían todo
perfectamente pensado, solo se olvidaron de fijarse de que no hubiera nadie del
otro lado de la puerta escuchándolos. Desde que se enteraron que vendría con
nosotros pensaron evitarlo; y así lo hicieron, cobardemente lo mataron en el
camino a casa, los muy miserables lo agarraron vulnerable, encerrado, sin la
mínima posibilidad de defenderse.
Lo que no logro
entender es por que lo hicieron, tal parece que fue por asuntos de plata , los
iba terminar de llevar a la bancarrota. Yo pienso que fue por odio.
Ni siquiera llegamos
a hablarnos ni a vernos. Quiero ver sus caras cuando les diga que ya se todo,
mañana cuando vuelva del colegio les voy a decir que escuche sobre su idea de
abortar.
PLAZA DE MAYO
Me encanta quedarme
en la plaza largas horas en algún lugar desde donde pueda ver la gente pasar;
especialmente en esta, con el cabildo de un lado y la casa de gobierno del
otro. Me hacen sentir más patriota aun de lo que soy.
Siempre cuando veo a
la gente, me pregunto a donde va o de donde viene. Algunas caras ya me son
conocidas y se su recorrido, pero siempre hay nuevas para imaginar historias.
Lo bueno es que aquí siempre hay gente, nunca está vacía; y nunca falta quien
tire granos al piso para que yo vuele y me acerque a comerlos.
Si alguien te dice que...
El hombre camino por
el puente a paso firme, dispuesto a no retroceder. Al llegar donde el agua que
corría por debajo era más fuerte, se frenó, trepó la baranda y quedo del otro
lado de ella agarrado solo con una mano. Solo tenía medio pie apoyado en el
puente el resto de su cuerpo flotaba en el aire. Y justo cuando iba a soltarse:
- ¡para! ¡para!. Ni
loco me tiro. Por más lindo que sea tu cuento y por más autor que seas, no
pienso hacerlo. Ya estoy cansado de que me digas lo que tengo que hacer, ¿quién
te creés que sos?.
EXTRATERRESTRE
Tirados en el campo,
dos amigos hablaban mirando el cielo.
-
¿ vos creés que hay vida en otros
planetas?.
-
Si, ¿ por qué no? Yo me los
imagino verdes con tres ojos y con muchos brazos. Un poco más chicos que
nosotros pero con cabezas enormes.
-
No, para mi son como nosotros pero
en otro planeta. Solo que en vez de tener la piel azul la tienen medio marrón
clarita; en vez de tres dedos , cinco; y también con pelo arriba de la cabeza.
-
¡¡ que asco!!
-
Si, tenés razón.
AGUA DULCE
El otro día cuando
fui al lago me ocurrió algo muy extraño. Estaba sentado sobre una piedra junto
al agua y se me ocurrió mirar mi reflejo en ella, cuando me llevé una gran
sorpresa. No parecía mi cara la que estaba allí, era diferente; incluso los
gestos que yo hacía no eran los mismos que se reflejaban. Yo sonreía y en el
agua hundía las cejas, yo abría la boca y el reflejo sacaba la lengua.
Por fin el rostro
sonrió y se fue nadando, y en ese instante comprendí que era lo que pasaba; el
problema había sido que nunca antes había visto una sirena de agua dulce.
No hay comentarios:
Publicar un comentario