Me desperté tirado en el piso, gracias a
una inquieta rata que se metió por mi ropa, con las manos y pies congelados y
sin tener la menor idea de donde me encontraba. Todo a mí alrededor estaba
oscuro y tan solo podía ver la densa y turbia niebla que me rodeaba completamente.
En algunos sectores se veían luces difusas que apenas se distinguían cruzando
el aire, y estas daban al lugar un aspecto mucho más confuso del que ya tenía.
Lo único que puedo asegurar de aquel momento es que me encontraba parado sobre
un piso firme, sin embargo no puedo decir con certeza si era negro asfalto o simplemente tierra seca.
También podría jurar que, detrás de
aquella neblina, monstruosas edificaciones vigilaban mis actos paso a paso;
paredes tan altas como el mismo cielo y tan imponentes que despertaban en mi
una fuerte sensación de encierro. A pesar de no verlas con mis propios ojos,
podía sentir su presencia como si las estuviera tocando; tal sensación le
hubiera causado molestia y sensación de
encierro a cualquier hombre común. Tan solo me quedaba caminar hasta encontrar
una respuesta.
No sabia exactamente hacia que dirección
avanzar y por lo tanto decidí dejarme llevar por mi instinto natural y, a pesar
de saber que no me dirigía a ningún lado en particular, caminé con decisión y
firmeza .A cabo de un rato de llevar una marcha
constante, me perdí en mi propio pensamiento asta olvidarme de la
situación en que me encontraba, lo cual es muy común que pase en mi. Pero de
repente algo intrigante me hizo volver en mi .Justo cuando terminaba de
acomodarme el sombrero distinguí entre la un brusco movimiento que parecía ser de un ser que nunca antes había visto , sin embargo
entro de entre la niebla tan rápido como se fue y no pude observar con
detenimiento de que se trataba .
Por un momento me quede paralizado en el
lugar, no por miedo sino por el sorpresivo impacto que me había producido tal cosa,
pero tan solo unos segundos después continué mi marcha. No se por que motivo
pero sorpresivamente la neblina que me
había estado acompañando desde que desperté, disminuyo de forma notable a pesar de seguir siendo excesiva, siendo aun
la visión que tenia del lugar muy pobre. Con esto que acababa de pasar pude
descubrir que había muchos más de aquellos seres como el que había visto anteriormente.
Eran seres de corta estatura pero con el
cuerpo con las mismas proporciones que las de un ser humano normal. Sus
movimientos en general eran toscos como los de una criatura salvaje, y los
gestos de sus caras pasaban por todas las emociones, desde enojo, asta
serenidad, susto e incluso alegría (falsa
alegría) .Eran seres graciosos, pero tenebrosamente sombríos al mismo
tiempo. Una inmensa rata pasó corriendo frente a mí.
Mirando más detenidamente, note que
todos ellos se dirigían corriendo enloquecidos hacia un mismo lugar, sin poder
contra mi curiosidad, los seguí y me
encontré con el final del camino. Un inmenso muro se levantaba frente a mi el cual se extendía infinitamente hacia ambos
costados, hacia arriba, la niebla no me dejo ver demasiado.
En aquel lugar la cantidad de aquellos
seres era impresionante, y me asombre mucho al descubrir que todos ellos hacían
lo mismo. Llegaban corriendo enloquecidos asta encontrarse frente al inmenso
muro y una vez allí comenzaban a tocar la piedra con sus manos, al ver que nada
pasaba , comenzaban después a golpearla con el puño. Finalmente , terminaban
golpeándola con sus cabezas de tal forma que
se les formaba n tajo de oreja a oreja . Entre más tiempo llevaban allí,
más grande y profundo era este. Otros se encontraban ya tirados en el piso,
desangrados o con varios días de muerto.
Era una imagen horrenda, la verdad es que daba espanto tan solo estar allí
rodeado de tanta suciedad y ver la sangre
que chorreaba de el muro y de las cabezas de aquellos seres.
Sin embargo , haciendo un gran esfuerzo
para no vomitar , decidí acercarme
lentamente asta la muralla mientras desde un costado una rata miraba mis
movimientos ; al verme los extraños hombrecitos se apartaba y me dejaban un
lugar para acercarme. La toque y la investigué a fondo y al cabo de unos
minutos descubrí un ladrillo que sobresalía de ella. Levanté el pie y me subí
en ella, una vez arriba mire hacia abajo y mi mirada se cruzo con la de uno de
los raros seres. Extendí mi mano de manera que pueda subir conmigo pero me
miraba con tan desprecio y confusión que decidí retirarla.
Volví a mirar hacia la pared y encontré
otro escalón semejante al anterior, mirando para arriba solo se veía niebla
pero seguí subiendo. A pesar de haber creído lo contrario, el camino fue muy corto,
apenas en el tercer escalón ya podía ver el final. Me asome y del otro lado vi
el lado más hermoso que un ser humano haya podido ver, era un paisaje tan luminoso e inmenso que me segaba al
verlo. Sin pensarlo, salte del otro lado.
Piko.
“La vida es un oscuro y confuso camino hacia la felicidad.
Hay quienes encuentran como
llegar,
Y hay quienes se lastiman en el intento”
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