lunes, 12 de marzo de 2012

El muro. (alegoría)




       Me desperté tirado en el piso, gracias a una inquieta rata que se metió por mi ropa, con las manos y pies congelados y sin tener la menor idea de donde me encontraba. Todo a mí alrededor estaba oscuro y tan solo podía ver la densa y turbia niebla que me rodeaba completamente. En algunos sectores se veían luces difusas que apenas se distinguían cruzando el aire, y estas daban al lugar un aspecto mucho más confuso del que ya tenía. Lo único que puedo asegurar de aquel momento es que me encontraba parado sobre un piso firme, sin embargo no puedo decir con certeza si era  negro asfalto o simplemente tierra seca. También  podría jurar que, detrás de aquella neblina, monstruosas edificaciones vigilaban mis actos paso a paso; paredes tan altas como el mismo cielo y tan imponentes que despertaban en mi una fuerte sensación de encierro. A pesar de no verlas con mis propios ojos, podía sentir su presencia como si las estuviera tocando; tal sensación le hubiera  causado molestia y sensación de encierro a cualquier hombre común. Tan solo me quedaba caminar hasta encontrar una respuesta.
       No sabia exactamente hacia que dirección avanzar y por lo tanto decidí dejarme llevar por mi instinto natural y, a pesar de saber que no me dirigía a ningún lado en particular, caminé con decisión y firmeza .A cabo de un rato de llevar una marcha  constante, me perdí en mi propio pensamiento asta olvidarme de la situación en que me encontraba, lo cual es muy común que pase en mi. Pero de repente algo intrigante me hizo volver en mi .Justo cuando terminaba de acomodarme el sombrero distinguí entre la un brusco movimiento  que parecía ser de un ser  que nunca antes había visto , sin embargo entro de entre la niebla tan rápido como se fue y no pude observar con detenimiento de que se trataba .
       Por un momento me quede paralizado en el lugar, no por miedo sino por el sorpresivo impacto que me había producido tal cosa, pero tan solo unos segundos después continué mi marcha. No se por que motivo pero sorpresivamente  la neblina que me había estado acompañando desde que desperté, disminuyo de forma notable  a pesar de seguir siendo excesiva, siendo aun la visión que tenia del lugar muy pobre. Con esto que acababa de pasar pude descubrir que había muchos más de aquellos seres como el que había visto anteriormente. Eran seres de corta estatura pero con el  cuerpo con las mismas proporciones que las de un ser humano normal. Sus movimientos en general eran toscos como los de una criatura salvaje, y los gestos de sus caras pasaban por todas las emociones, desde enojo, asta serenidad, susto e incluso alegría (falsa  alegría) .Eran seres graciosos, pero tenebrosamente sombríos al mismo tiempo. Una inmensa rata pasó corriendo frente a mí. 
       Mirando más detenidamente, note que todos ellos se dirigían corriendo enloquecidos hacia un mismo lugar, sin poder contra mi curiosidad, los seguí y  me encontré con el final del camino. Un inmenso muro se levantaba frente a mi  el cual se extendía infinitamente hacia ambos costados, hacia arriba, la niebla no me dejo ver demasiado.
       En aquel lugar la cantidad de aquellos seres era impresionante, y me asombre mucho al descubrir que todos ellos hacían lo mismo. Llegaban corriendo enloquecidos asta encontrarse frente al inmenso muro y una vez allí comenzaban a tocar la piedra con sus manos, al ver que nada pasaba , comenzaban después a golpearla con el puño. Finalmente , terminaban golpeándola con sus cabezas de tal forma que  se les formaba n tajo de oreja a oreja . Entre más tiempo llevaban allí, más grande y profundo era este. Otros se encontraban ya tirados en el piso, desangrados  o con varios días de muerto. Era una imagen horrenda, la verdad es que daba espanto tan solo estar allí rodeado de tanta suciedad  y ver la sangre que chorreaba de el muro y de las cabezas de aquellos seres.
        Sin embargo , haciendo un gran esfuerzo para no vomitar , decidí  acercarme lentamente asta la muralla mientras desde un costado una rata miraba mis movimientos ; al verme los extraños hombrecitos se apartaba y me dejaban un lugar para acercarme. La toque y la investigué a fondo y al cabo de unos minutos descubrí un ladrillo que sobresalía de ella. Levanté el pie y me subí en ella, una vez arriba mire hacia abajo y mi mirada se cruzo con la de uno de los raros seres. Extendí mi mano de manera que pueda subir conmigo pero me miraba con tan desprecio y confusión que decidí retirarla.
       Volví a mirar hacia la pared y encontré otro escalón semejante al anterior, mirando para arriba solo se veía niebla pero seguí subiendo. A pesar de haber creído lo contrario, el camino fue muy corto, apenas en el tercer escalón ya podía ver el final. Me asome y del otro lado vi el lado más hermoso que un ser humano haya podido ver, era un paisaje  tan luminoso e inmenso que me segaba al verlo. Sin pensarlo, salte del otro lado.
      
                                                                                                                       Piko.

“La vida es un oscuro y confuso camino hacia la felicidad.
Hay quienes encuentran  como llegar,
Y hay quienes se lastiman en el intento”

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